El Consulado General de Rumania en Sevilla y WIN Gallery tienen el honor de invitarles a celebrar juntos la Fiesta del Mărțișor con unregalo floral, tal como lo han imaginado diez de los mejores artistas rumanos contemporáneos.
Cuando el blanco empieza a tintarse de verde y el silencio invernal se convierte en canto cambia no solo una temporada sino el paisaje interior de cada uno. La primavera es un tiempo de floración - de jardines, de ideas, de estados de animo - que aun repetida al ritmo de los calendarios, no deja de encantar y de sorprender con su vitalidad y esplendor.
En Rumania, la llegada de la primavera se celebra cada año el primer día de marzo. Por esta ocasión, se acostumbra a regalar a las señoras y señoritas un pequeño amuleto con una gran variedad de formas y representaciones de la buena suerte y de la estación - puede ser un trébol, una mariquita o una flor – que llevan siempre dos hilos trenzados, uno de color blanco y el otro de rojo. Es una tradición muy
antigua en este espacio cultural, con un simbolismo complejo, con raíces en el periodo pre-Cristiano que marca un ciclo de la naturaleza, el renacimiento y la fertilidad.
La comisaria de la exposición, la Sra. Marinela Măntescu-Isac, escogió construir la historia del Mărțișor de este añoexclusivamente alrededor del tema floral. Cada uno de los diez artistas rumanos, contemporáneos, interpreto el sujeto a su estilo, algunos desde perspectivas realistas, fieles a lo clásico, otros con líneas mas bien sugeridas. Vistos juntos, los cuadros llevan el espectador en un viaje desde la imagen hacia la emoción, desde lo percibido en un instante al recuerdo que se instala como pieza única e irrepetible de la memoria de cada uno.
A pocas otras cosas se les ha dedicando tanta pintura y poesía como a las flores. Talvez sea porque ningún otro regalo ha llevado el mensaje de tantos amores y esperanzas. De vez en cuando hay voces que murmuran que las flores se han banalizado en el arte, que el lugar céntrico habría que cederlo completamente a lo conceptual, a lo “original”. La ironía es que diariamente respiramos y filtramos el
universo con los sentidos.Hay una dimensión de la existencia que no sale de moda, por decirlo así, que es grandiosa sin ser nueva.
La Fiesta del Mărțișor capta el entusiasmode los comienzos, la energía de lo frágil convertido en vigor, la confianza de que se puede florecer una y otra vez. Junto con el Consulado General de Rumania en Sevilla, WIN Gallery tiene el placer de compartir con Ustedes esta hermosa tradición rumana y de ofrecerles la presente exposición junto con los mejores pensamientos.